Madrid, 13 ene (EFE).- El nuevo modelo de gestión aeroportuaria planteado por el Gobierno ha sido acogido con tibieza en el sector privado, que no invertirá si no administra, y con críticas por parte de algunas comunidades autónomas, que reclaman un mayor control de los aeropuertos ubicados en su territorio.
De los grupos empresariales con experiencia en esta actividad, sólo Ferrovial y Abertis estarían dispuestos a entrar en el capital de AENA Aeropuertos (sociedad escindida de la actual AENA que también controla la navegación aérea), pero a condición de poder participar en la gestión de la compañía.
El ministro de Fomento, José Blanco, avanzó ayer que AENA Aeropuertos seguirá controlada por el Estado, pero dará entrada hasta a un 30 por ciento de capital privado, si bien no detalló si un eventual socio participaría de la gestión o sólo serviría como fuente de financiación.
Ni Abertis ni Ferrovial estarían dispuestas a tomar parte en el proyecto si su papel en la sociedad queda relegado al de mero socio capitalista, razón por la que esperarán a una mayor definición del proyecto antes de tomar una decisión.
Ferrovial es dueña del gestor aeroportuario británico BAA los aeródromos de Heathrow y Stansted (Londres), Southampton (sur de Inglaterra), y Edimburgo, Glasgow y Aberdeen (Escocia) con 106,9 millones de pasajeros en 2009, al tiempo que cuenta con el aeropuerto de Nápoles en Italia.
Abertis tiene intereses en 30 aeropuertos de nueve países, con un tráfico de más de 87 millones de pasajeros.
Otras compañías con experiencia en el sector, como OHL, FCC o Sacyr, de momento no se pronunciaron al respecto.
Tampoco se manifestaron bancos y cajas de ahorro, socios financieros naturales, que no descartan la inversión pero que prefieren esperar a conocer el desarrollo del proyecto del Gobierno con respecto a AENA Aeropuertos.
Por su parte, las compañías de transporte aéreo, aglutinadas en la patronal ACETA, consideran que el debate debe girar en torno a la necesidad de contar con un modelo eficiente que beneficie a pasajeros, compañías y clientes, en lugar de centrase en si es preciso dar entrada en el capital de AENA a otras entidades públicas o privadas.
En el plano político, la Generalitat de Cataluña ha reclamado un papel determinante en la gestión del aeropuerto barcelonés de El Prat, que previsiblemente será uno de esos "aeropuertos singulares" en los que el Gobierno dará cabida a comunidades autónomas, ayuntamientos y cámaras de comercio.
Así lo expresó el conseller catalán de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, mientras que desde Canarias el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, dijo que la seguridad y la eficacia deben ser prioritarias al acometer un cambio del sistema de gestión aeroportuaria, que en cualquier caso tiene que garantizar las conexiones aéreas que cohesionan el archipiélago.
Para Castilla y León la solidaridad es clave, de tal forma que el déficit de unos aeropuertos se compense con los beneficios de otros.
El consejero de Fomento de Castilla y León, Antonio Silván, ha asegurado que la "caja única" es la que mantendrá el sistema de gestión de los aeropuertos.EFE
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